lunes, 23 de diciembre de 2024

EL GRAN EVENTO

 

El invierno llega con sus días cortos y sus noches largas. No viene solo, la Generosidad, la Nostalgia y la Intimidad lo acompañan. Han traído una invitación cósmica.

                                     ¿Asistirás al gran evento?

Entiendo que tienes tus propios planes. Te he visto correr en los últimos días entre las compras, las listas, el alboroto y la algarabía. 

Pronto, te reunirás con familiares y amigos para celebrar. Intercambiarás regalos y compartirás la cena. Recordarás, inevitablemente, Navidades anteriores: las de la infancia o las que pasaste con quienes ya no están. Las ausencias te entristecen. Las emociones flotarán entremezcladas y mientras departes sentirás una extraña incomodidad.

Te alejarás de la multitud para sentir alivio. Vas por buen camino. Saldrás a buscar un poco de aire. Levantarás la mirada al cielo. Ahora la estrella refulge para ti.  El Asombro te dejará sin palabras. Es la misma, de aquella lejana noche, que anunció el nacimiento de un niño envuelto en trapos recostado en un pesebre.

El mito es sublime ¿no te parece? No en vano ha prevalecido a través de los siglos. Repetido año con año, como una invitación, sin ser todavía comprendido.

            Comienzas a sentir un calor reconfortante en el pecho. ¡Es la luz crística de tu ser! La llama divina de tu alma. ¿Qué de qué estoy hablando? ¡Del verdadero milagro! ¡Tú eres la luz! Sólo que… lo has olvidado.

 ¿Que no entiendes nada? Es perfecto, esto no se puede discernir con la razón. Necesitas evocarlo…

            Un niño va tocando el tambor ¿puedes escuchar los redobles? ¡La celebración es para ti! El oro, el incienso y la mirra son también tus obsequios. Abres la mente y el corazón. Tu flama resplandece. Te recorre el cuerpo como un éxtasis. ¡Ahora la sientes! Descubres que es inextinguible e inseparable de Luz Original.

 Regresarás a la reunión y los mirarás a todos con tanto amor. ¡Querrás explicarles lo que acabas de vivir para que también lo experimenten! pero no podrás. En cambio, los abrazarás sorprendiéndolos.  No acostumbras a ser tan efusivo.

 Ya no serás el mismo.

¡Estarás brillando!

                                                               

  
Imagen tomada de Pinterest 

miércoles, 4 de diciembre de 2024

OTOÑO 2024


 En el otoño de mi vida, las heridas se han convertido en cicatrices. Ahora son tatuajes del alma que cuentan una historia como las pinturas rupestres en las cuevas. Mi cuerpo desgastado por el tiempo lleva un ritmo más lento. Ya no tengo prisa. Como los árboles que quedan deshojados, me he desnudado de mi antigua personalidad.

¡Cuánta vulnerabilidad!

Así caí en un vacío silencioso y oscuro que parecía no tener fondo ni sentido. Cuando dejé de resistirme a la caída estrepitosa, la Aceptación me tomó en sus brazos y me depositó en un espacio para gestarme de nuevo. En el reposo del útero cósmico. En el Caos donde habitan todas las posibilidades. Un cofre dorado, mi propia arca llena de tesoros. Hurgo y encuentro mi corona. ¡Es tan bella! De base circular donde emergen dos arcos que se elevan y convergen en la cúspide; forro aterciopelado. Zafiros, rubies, citrinos, topacios y amatistas incrustados, la visten. Un diamante en forma de luna se alza presumido en la punta. Es la corona de la Autenticidad. Ya no hay más roles que representar cuando la memoria del olvido retorna.

Soy una extensión del AMOR Creador, un rayo de luz prístina, una energía expansiva, un viajero en sueños… ¡ya no necesito los disfraces del mundo! Porque he recordado mi Origen Cósmico… y sin embargo, he de volver a la geografía donde aparento habitar.  Sintonizada con la madre Natura, agradezco al otoño que se despide entre ráfagas de viento y hojarascas danzantes.

La cosecha fue sublime. Volver a Paris fue un sueño hecho realidad. Estar frente a ella agitó mi corazón: tan digna, tan bien cimentada, tan sí misma. Soberana. La torre Eiffel como un recordatorio de mi soberanía interior.

Ella, la torre.

Mi proyección ahora introyecto.   

Ella en mí… en todos mis otoños restantes.