martes, 21 de julio de 2015

UN VOLVER NO REGRESIVO

 
 
Era un susurro, un llamado, una invitación a volver…

No venía del pasado ni del tiempo lineal,

Venía de un lugar sagrado donde estuve y me alejé.

Del lugar donde…

mi alma cantaba

mi cuerpo sentía

mis alas revoloteaban

donde…

yo creaba

yo bailaba

yo reía

yo gozaba

yo brillaba

donde…

mi mirada me reconocía

mi corazón me amaba

mis brazos me contenían

mis senos me alimentaban

mi útero creaba

mis emociones me traspasaban

mi silencio me hablaba

mi salud era perfecta
 
donde...
 
no había duda ni juicio

mi misión era clara

mi camino era  certero

mi reflejo me sonreía.

Era un volver no regresivo,

era una espiral al Origen para gestarme de nuevo.

Era un susurro, un llamado, una invitación a volver…

No venía del pasado ni del tiempo lineal,

venía del lugar donde me fue otorgado mi don

cuando me dieron la pluma mágica y la tinta de oro.

Cuando me nombraron: “Escribana del alma”.

Y vuelvo para contraerme y luego expandirme,

para soltar las cargas,

para entregar lo ajeno,

para liberar al cuerpo,

para perdonar y perdonarme

para reinventarme,

para hacer una nueva versión de mi misma.

Cambio mi mirada y agradezco todo como fue,

estuvo bien

y se termina la guerra interior,

el sabotaje,

los síntomas,

las sentencias,

las condenas,

la indigestión,
 
las vértebras colapsadas

 y el victimismo.
 
Me quito la coraza corporal  porque no era mía
 
y la entrego con amor y gratitud.

Me reescribo de los pies a la cabeza

 y escribo una aventura Grande

con signos y acentos de plata,

con metáforas de oro y esmeralda,

con letras sagradas,

con tintas de arco iris,

con la impecabilidad de la escritura cósmica

y emprendo un nuevo viaje a lugares insospechados.

Mientras tanto los velos de la hechicera ya vienen en camino para mí.
 
Amén y amén.

 
 
                                                               Imagen de Aimee Stewart

lunes, 29 de junio de 2015

YA NO SOY UNA MUJER ORDINARIA

 
-Ya llevas mis secretos en el corazón, ahora es tiempo de que se conviertan en llaves. Cualquier puerta que quieras puede ser abierta, sólo tienes que creer en tu Poder.- Me dijo la luna  mientras dormía.
“Sólo tienes que creer en tu Poder”. “Sólo tienes que creer en tu Poder”. “Sólo tienes que creer en tu Poder”.
Con aquellas palabras desperté de mi sueño. Ahora sé que el Poder del que la luna me habla no viene del ego sino de las raíces  de la tierra, de mi conexión con mi esencia femenina, de mis encuentros con la sombra, de mis descensos al inframundo, de mi útero y corazón. Ya no soy una mujer ordinaria, estoy marcada con la huella de Lo Profundo, soy una Iniciada para caminar entre el mundo real y el imaginario, soy una hacedora de cuentos, una tejedora de historias, una sanadora de letras, una servidora del Divino Maestro.
Subo a la parte más alta del valle y miro al horizonte. No sé exactamente lo que vendrá pero siento que es algo grande. Abro los brazos y siento la fresca brisa que viene del Norte. He dejado de tener prisa, de sentir miedo, de aferrarme a la forma, de dudar, de darle instrucciones a la Vida. La espera se ha convertido en contemplación y he comenzado a mirarme aunque nadie me mire. Ahora puedo ser invisible sin sentir la aniquilación. Mi verdad interior me ha  erguido. Ahora me sostengo por mí misma. Ya no me duele la espalda, he dejado de cargar lo excesivo. Soy sólo responsable de lo que me corresponde y puedo entregar sin remordimiento lo que no es mío. Tengo además unas alas nuevas que yo misma confeccioné en el Taller de las Alas Rotas. Son plegables y ágiles y se atan con hilo de ángel. Volar con ellas me da un gozo indescriptible. Siento paz en mi Alma y espero que el Silencio me hable, aunque últimamente los mensajes vienen de manera onírica.
Mi pluma mágica ya lleva mucho tiempo siendo mi fiel compañera y en cada viaje encontramos nuevas tintas que me permiten expandir mi escritura. Pienso en las cuatro llaves de las que habló la luna. ¿Qué abrirán? ¿Será tiempo de usarlas o debo guardarlas? Doy la media vuelta para volver al bosque y no miro que a lo lejos viene lo que más he anhelado…
 
 
 

miércoles, 6 de mayo de 2015

A MI HIJO


Cajones vacíos que me recuerdan tu ausencia, que me cuentan historias, que me roban lágrimas.

Como en una película veo en imágenes los últimos meses que pasamos juntos. Sonrío.

Tu cuarto comienza a oler a nostalgia.

A ratos te extraño.

A ratos imagino que andas por ahí,

que llegarás a comer o que volverás al anochecer.

A ratos llega la tristeza y me toma en sus brazos.

A ratos olvido que te has ido lejos.

Y vuelvo a ver el vídeo que nos dejaste

y el corazón se me contrae para luego expandirse.

Me lleno del vacío que dejaste.

Mentiría si dijera que tengo el corazón roto, sólo se encoge un poco cuando no te oigo cantar ni veo tu tiradero en mi cocina.

Ya no tendremos sobremesas filosóficas bebiendo té chai mientras tratas de explicarme a Cortázar.

Ya no te contaré lo extraña que me siento al escribir de política.

Ya no sabrás en qué termina el cuento del Dinosaurio.

Y entonces me voy al Refugio de mis Letras y una vez más,

la escritura me salva.

Tomo la pluma y el papel. Llega una nueva inspiración. Las palabras salen y me leo entrelíneas. Mi alma se purifica. Hago alquimia. Y extrañamente  descubro que no hay guerra en mí, sino Aceptación.

Es como vivir un duelo al revés, es curioso.

Siento fortaleza, estoy en el camino andado por todas las madres que ya soltaron. No estoy sola. Percibo a mis ancestras cerca. Escucho su canto. “El mundo necesita de su heroísmo”.

Me dejo mecer en este mar calmo de emociones.

No hay tormenta, sólo un suave oleaje que me lleva y me trae por mis recuerdos y luego me devuelve al momento presente.

Siento una profunda gratitud por haber servido a la VIDA
a través de mi maternidad y vuelvo a mi centro.

 Siento PAZ.

Vuelvo al AMOR que nos conecta y te siento tan cerca aun en la distancia.

Y vuelvo a ver los cajones vacíos que me recuerdan tu ausencia, que me cuentan historias pero ahora me roban incipientes sonrisas.

 

 

 

domingo, 5 de abril de 2015

MUERTE Y RESURRECCIÓN

Mi pluma se contempló a sí misma y la tinta se tiñó de misticismo.

He caminado demasiado tiempo por el sendero del dolor.
Mi cruz pesa demasiado, casi me ha quebrado las vértebras.
He crecido con abandono. He mirado con tristeza. He amado con miedo.
He gozado con culpa. He caminado con duda. He llorado con ganas de vaciarme.
He enfermado una y otra vez. He orado sin fe. He descendido a mi propio infierno.
He conocido mi oscuridad y ahí en lo profundo del Reino de lo Profundo he anhelado volver a ver la luz.
He vivido mi viacrucis y he de ser crucificada, doliente y ensangrentada;
deseo morir a lo que fui y a lo que creí para después resucitar como el Amado y
emprender el camino de la gloria, la gracia y la luz de lo divino, dejando huellas de perdón y compasión.
Voy tras los pasos del Ausente, a mi propio ritmo con una pluma mágica y un pergamino en mis manos.
Es tiempo de honrar la vida a través del amor... después de todo aprendí que la sanación está en la Resurrección.


Imagen de internet

jueves, 19 de febrero de 2015

FANTASMAL Y ETÉREA


De tanto no mirarme me estoy desvaneciendo

pierdo sustancia.

 Transparente, fantasmal y etérea.

Pasas de frente sin notarlo

mientras me diluyo en mis sueños,

en mi anhelo de romance.

Quise verte como caballero

pero tu trato fue de bandolero.

Y  aun así permanecí,

permanecí demasiado tiempo.

Desdeñabas mis letras

y con ello, a mi esencia más pura.

Desdeñabas mi cuerpo

y con ello, mi pasión.

No te culpo

yo elegí quedarme

algo de mí engranaba con ese trato descortés

hasta que sané

y decidí que quería algo diferente.

Me cansé de las ausencias,

de no sentirme mujer,

de esforzarme tanto.

No sé cuánto más pueda resistir.

No sé si quiero seguir resistiendo.

Quizás cuando levantes la mirada para buscarme

ya habré desaparecido.

Y te quedarás en tu mansión

con mi recuerdo en tu cama.

Seré la ausente,

la ingrata,

la infiel,

la traidora,

recordándote tus heridas primarias,

pero  ya estaré muy lejos

tu reclamo ya no me alcanzará.

Seré de humo,

fantasmal y etérea.

Seré libre.
 
 

 

 

miércoles, 21 de enero de 2015

A CIERTA EDAD APRENDÍ...



Qué la vida está hecha de pequeños instantes.

Qué honrar y tomar a nuestros padres en nuestro corazón abona el camino de una vida mejor.

Qué todo tiene un buen lugar para ser acomodado, aun lo más oscuro.

Qué cuando dejamos de pelearnos con nuestra historia se derrama la Gracia.

Qué somos cocreadores de nuestra realidad con nuestros pensamientos y sentimientos.

Qué en nuestra sombra reside la promesa más luminosa.

Qué no poseemos a las personas que amamos.

Qué tener un buen amor es el regalo más grande.

Qué los hijos son nuestros mejores maestros y que hay un misterio insondable en la elección entre padres e hijos.

Qué cuando buscamos un amante sólo estamos buscando la pasión perdida por la vida.

Qué para sabotear los sueños hay que dejarlos en custodia del ego.

Qué lo único seguro es el cambio, el movimiento, la continuidad y la muerte.

Qué mis alas sólo estuvieron completas cuando recibí una pluma de cada rostro de la luna.

Qué puedo volar libre para luego volver enraizarme a la tierra que me nutre.

Qué mis creencias y prejuicios ya no cabían en la nueva versión de mi misma.

Qué la culpa se resquebraja ante la carcajada sonora de mis diosas obscenas.

Qué en lo más juzgado reside el potencial más puro.

Qué en el fondo del pecado nace la redención.

Qué los hilos que entretejen nuestro destino tienen una sacralidad.

Qué la fuerza más grande es el AMOR.

Qué sólo soy un rostro del Magnificente Creador.

Qué Dios nos da dones y talentos para compartirlos y compartirnos.

A cierta edad aprendí:

Qué mi vida sería plena cuando al verme en el espejo encontrara el reflejo de una mujer completa.    
Cuerpo, alma y corazón danzando la misma canción.

Ahora me encuentro con los pies firmes en la tierra, la mirada al cielo y los brazos extendidos para recibir lo que aún está por venir.

 

lunes, 5 de enero de 2015

SOY LUZ Y OSCURIDAD



Hace tiempo que mi oscuridad ya no me asusta.

Recuerdo mis primeros descensos al inframundo

desgarradores, apabullantes, tormentosos.

Encontré recuerdos enmohecidos,

disfraces desgarrados,

máscaras rotas,

creencias caducas,

prejuicios inservibles,

espejos rotos

y una pluma abandonada.

¡Dolió tanto que creí que dolería para siempre!

No sé cómo ni cuándo,

quizás me acostumbré a la oscuridad

 y entonces comencé a ver la luz.

Descubrí que detrás de todo,

 había también tesoros escondidos.

Todo eso que no quería ver

pero que también soy.

Soy  la pecadora y la redimida

Soy oruga y mariposa

 Soy espejo y añico

Soy luz y sombra

Soy risa y llanto

Soy canción y estridencia.

 Soy reina y mendiga

 Soy musa y prisionera

Soy reverencia y osadía.

 Soy pecado y redención

Soy celeste y terrena

Soy salvaje y mística

Soy poetisa y poesía.

Soy tinta y tintero

Soy palabra y verbo

Soy misterio y revelación

Todo eso lo aprendí en mis descensos al inframundo.

Hace tiempo que mi oscuridad ya no me asusta.

 
 

sábado, 3 de enero de 2015

NOS HIZO FALTA


Nos hizo falta a los dos.

A mí, mi padre.

A ti, tu hija.

Crecí con tu ausencia, con los vacíos, con los anhelos de lo que no fue.

Nos perdimos días de escuela, cumpleaños, fiestas, Navidades, vacaciones,  cotidianidad y todas esas cosas que comparten los padres y los hijos.

Mis recuerdos son blanco sobre blanco. Acaso la mecedora del abuelo y el cabello encanecido de la abuela se dibujan en mi memoria como trazos sutiles.

Lo que más recuerdo de ti es que no estabas en mi vida.

Eras el ausente y yo la invisible.

Sé que a la niña le va a doler siempre.

La mujer ahora puede comprenderlo.

No puedo decir que la vida nos debe porque fue nuestra elección.

Hicimos un pacto sagrado. Fuimos dos almas valientes.

Tuvimos lo que necesitábamos, aunque me hubiera gustado estar más cercanos, tener largas conversaciones y filosofar sobre la vida.

Me hubiera gustado que tomaras tu lugar de padre en el trono vacío que estaba en mi reino, pero fue tu elección permanecer distante.

Son mis anhelos, no te preocupes, yo de ellos me encargo.

¿Y tú?

Ahora en la última etapa de tu vida

¿cómo vas a acomodar nuestra historia?

Creo que la Redención está a tu alcance.

Es tu oportunidad de crecer, ¡mi querido Peter Pan!

Ahora estás siendo el padre que no fuiste.

 Verla terminar su carrera es tu motivo para seguir adelante.

 No soy yo y está bien.

Nuestro tiempo estaba desfasado.

 Maduré mucho antes que tú.

Tu ausencia me hizo crecer.

En la huida permaneciste niño.

Tardé mucho en comprenderlo pero al fin lo he integrado.

Fuiste el fiel guardián de mi mundo de Fantasía.

 Le diste sentido a mi vida de una manera misteriosa.

Tu sensible corazón fue mi herencia.

Tu corazón y el mío son una misma cosa.

Y quisiera compartir estas palabras contigo pero no voy a hacerlo,

 la última vez fue un fracaso.

Lejos de conmoverte, te ofendiste.

Y tu ofensa me ofendió…

¡pero si no somos tan diferentes!

A pesar de la ausencia, los vacíos y las páginas en blanco nos parecemos tanto.

No me queda más que honrar el misterio de la paternidad.

Gracias por la vida que en unión con mi madre me diste.

Gracias por nuestra historia rota.

Gracias por nuestro corazón.

Deseo que encuentres el camino a casa.

¡Es tiempo de crecer mi querido Peter Pan!