lunes, 29 de junio de 2015

YA NO SOY UNA MUJER ORDINARIA

 
-Ya llevas mis secretos en el corazón, ahora es tiempo de que se conviertan en llaves. Cualquier puerta que quieras puede ser abierta, sólo tienes que creer en tu Poder.- Me dijo la luna  mientras dormía.
“Sólo tienes que creer en tu Poder”. “Sólo tienes que creer en tu Poder”. “Sólo tienes que creer en tu Poder”.
Con aquellas palabras desperté de mi sueño. Ahora sé que el Poder del que la luna me habla no viene del ego sino de las raíces  de la tierra, de mi conexión con mi esencia femenina, de mis encuentros con la sombra, de mis descensos al inframundo, de mi útero y corazón. Ya no soy una mujer ordinaria, estoy marcada con la huella de Lo Profundo, soy una Iniciada para caminar entre el mundo real y el imaginario, soy una hacedora de cuentos, una tejedora de historias, una sanadora de letras, una servidora del Divino Maestro.
Subo a la parte más alta del valle y miro al horizonte. No sé exactamente lo que vendrá pero siento que es algo grande. Abro los brazos y siento la fresca brisa que viene del Norte. He dejado de tener prisa, de sentir miedo, de aferrarme a la forma, de dudar, de darle instrucciones a la Vida. La espera se ha convertido en contemplación y he comenzado a mirarme aunque nadie me mire. Ahora puedo ser invisible sin sentir la aniquilación. Mi verdad interior me ha  erguido. Ahora me sostengo por mí misma. Ya no me duele la espalda, he dejado de cargar lo excesivo. Soy sólo responsable de lo que me corresponde y puedo entregar sin remordimiento lo que no es mío. Tengo además unas alas nuevas que yo misma confeccioné en el Taller de las Alas Rotas. Son plegables y ágiles y se atan con hilo de ángel. Volar con ellas me da un gozo indescriptible. Siento paz en mi Alma y espero que el Silencio me hable, aunque últimamente los mensajes vienen de manera onírica.
Mi pluma mágica ya lleva mucho tiempo siendo mi fiel compañera y en cada viaje encontramos nuevas tintas que me permiten expandir mi escritura. Pienso en las cuatro llaves de las que habló la luna. ¿Qué abrirán? ¿Será tiempo de usarlas o debo guardarlas? Doy la media vuelta para volver al bosque y no miro que a lo lejos viene lo que más he anhelado…
 
 
 

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