lunes, 27 de noviembre de 2023

AÑORANZA DE TU AMOR

He deambulado en este mundo con la añoranza de tu Amor. Me perdí entre laberintos y espejos rotos buscando lo que ya llevaba dentro. Me sentí tan diminuta como una mota de polvo y tan insignificante como un grano de arena, exigiendo a otros llenar el abismo que yo misma cavé por percibirme lejana y separada de ti.

 Reclamé a mis padres en vez de agradecerles la Vida.  Me creí la historia de abandono cuando en realidad, era el humus para una vida fecunda; el detonante de una épica que iniciaba con una búsqueda. La duda me habitó…

Hoy, no necesito morir para sentir la Vida eterna si tu Presencia toda Abarcadora ocurre aquí y ahora en cada respiración, en cada pulsación del corazón. Ya no eres un Dios lejano ni distante, ahora te siento tan cerca y tan dentro. Si el abandono ha de ser mi estigma en esta encarnación, entonces me abandono en tu amor. Haz de mi corazón, tu morada…

El patriarcado ya no hace eco en mi memoria. No voy a llamarte “Señor”, ni “Padre”; cualquier título es impropio y tan inadecuado.  ¡Si eres inefable! Ha sido nuestra necesidad humana nombrarte; achicarte para que quepas en nuestro diminuto entendimiento, sin embargo, no quiero entenderte. De ahora en adelante solamente quiero experimentarte.

Hazme sentir el Misterio de tu Amor. Llena mi vida de sentido y significado. ¡Qué no deseé otra cosa que servirte con mis letras!

Toma mi pluma y escribe… que mi corazón sabrá leerte entre líneas. 


                                                                        Imagen tomada de Pinterest


miércoles, 1 de noviembre de 2023

ENCOMIENDA

 

Cansada estoy de la búsqueda.

De las trampas, de los lugares que no llevan a ninguna parte.

De las voces estridentes, los disfraces y las máscaras.

De los laberintos y los espejos rotos.

Cansada de dudar.

De cargar el mundo en mi espalda.

Cada día me pregunto el sentido de mi vida.

La respuesta está en el Silencio Reverente.

Regreso a ti después de una larga búsqueda, pero no te encuentro en esa cruz. Tampoco estás en el sepulcro. Te encuentro en la cima de una colina irradiando luz. Portas una túnica y unas sandalias. Me dices que me has estado esperando. Me recibes con alegría, no te importa lo perdida que estuve. Llego manchada de mi plumaje. “No pude atravesar el pantano sin ensuciarme” te confieso apenada. Me abrazas y tu luz me reconforta. Me acompañas al Lago de la Restauración donde me sumerjo. Mi propio bautismo. Me llevas a un jardín donde has dispuesto una mesa y una silla para mí. Me invitas a escribir. Conoces mi don. La escritura me sana y me salva. El espejismo del sinsentido desaparece. Veo un mundo fantástico, me pides que lo muestre.

Es una encomienda.  


                                                           Imagen tomada de pinterest