De tanto no mirarme me estoy desvaneciendo
pierdo sustancia.
Transparente, fantasmal y etérea.
Pasas de frente sin notarlo
mientras me diluyo en mis sueños,
en mi anhelo de romance.
Quise verte como caballero
pero tu trato fue de bandolero.
Y aun así permanecí,
permanecí demasiado tiempo.
Desdeñabas mis letras
y con ello, a mi esencia más pura.
Desdeñabas mi cuerpo
y con ello, mi pasión.
No te culpo
yo elegí quedarme
algo de mí engranaba con ese trato descortés
hasta que sané
y decidí que quería algo diferente.
Me cansé de las ausencias,
de no sentirme mujer,
de esforzarme tanto.
No sé cuánto más pueda resistir.
No sé si quiero seguir resistiendo.
Quizás cuando levantes la mirada para buscarme
ya habré desaparecido.
Y te quedarás en tu mansión
con mi recuerdo en tu cama.
Seré la ausente,
la ingrata,
la infiel,
la traidora,
recordándote tus heridas primarias,
pero ya estaré muy
lejos
tu reclamo ya no me alcanzará.
Seré de humo,
fantasmal y etérea.
Seré libre.
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