lunes, 30 de agosto de 2021

DEL OTRO LADO DEL PUENTE

 Existen infinidad de metáforas para comparar la Vida: Un juego, un teatro, un sueño, un jardín, un viaje… son sólo formas de decirlo. A veces nos hará sentido, expresarlo de una manera, sin embargo, la metáfora se habrá de difuminar para dar paso a otra que nos dé más significado. En esta etapa, concibo la Vida como un mapa que se va revelando poco a poco...

Ya crucé el Puente de las Dos Realidades y me encuentro en la tierra donde habitan la Creatividad, la Imaginación y la Magia. Me dieron la bienvenida con una gran sorpresa. Ya estaba dispuesta una mesa con tintas, plumas y papiros; una cómoda silla, una tetera humeante y una taza. Me dijeron que estábamos en el Jardín de la Creación y que ahí podría escribir todo lo que quisiera, pero que antes debían mostrarme un mapa: El mapa de lo que había sido mi vida. Lo observé con detenimiento y sólo por citar algunos lugares, diré que pasé mucho tiempo revolcándome en el Fango del Resentimiento; regresé al Laberinto mil veces; me perdí en el Páramo de los Espejos Rotos; lloré en el Valle Desolado; atravesé la Puerta de la Enfermedad y en los Calabozos me sentí víctima. Lejos de juzgarme, ellas me abrazaron y también me enseñaron a honrar todos esos lugares por los que anduve. —Nada ha sido desperdiciado — me dijeron.

Me entregaron otro mapa casi en blanco que sólo tenía dibujado el puente y me dijeron yo tendría que descubrir los parajes del reino. Cuando no escribo, deambulo por ahí. Cada sitio que descubro, lo marco en el mapa en blanco y poco a poco ha ido tomando color. La Curiosidad y el Asombro me acompañan. Viajo ligera, con un pequeño bolso donde guardo los objetos mágicos que voy recolectando. Los guías aparecen y me dicen hacia dónde dirigirme. Estoy aprendiendo a mirar con contemplación. Ya no me siento separada ni sola. Comienzo a percibir el hilo invisible que todo lo conecta. Me alegro de estar de este lado del puente. Había tenido atisbos de lo que era este lugar, pero la realidad me jalaba y me imponía roles y guiones que ya estaba cansada de representar. Hasta que decidí no volver al Teatro del Drama. Deambulé un tiempo sin sentido hasta que el puente apareció nuevamente.

Esta vez estaba lista no sólo para cruzarlo, sino para aprender la lectura mágica de la Vida.

 

                                                             Imagen tomada de internet

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