Me
encuentro en un frío y oscuro calabozo, el lugar donde me dejó tu olvido. Estoy
entumida. Las paredes huelen a abandono. Recuerdo aquel cuento sobre una
vendedora de fósforos, siento el mismo frío en el alma. La insignificancia se
ha apoderado de mi voluntad. No tengo cerillas, ni fuego para calentarme. Creí
que volverías, papá… te he esperado tanto tiempo que hasta crecí. Dejé de ser
una niña.
Incontables veces me he
asomado por la pequeña rendija y he visto a lo lejos, el reflejo de un lago. Avisto
un verde valle lleno de flores y mariposas. He soñado que junto podemos correr
y reír. La ilusión me ha mantenido aquí. No me creía capaz de lograrlo sin ti,
pero anoche, algo pasó. No sé si fue el influjo de la luna llena o el aullido
de los lobos, pero hoy desperté con la certeza de que no volverás. Tanta
claridad resquebrajó mi fantasía y aunque me siento
débil y mis pasos son tambaleantes, estoy decidida a salir del lugar donde me
dejó tu olvido.
Imagen tomada de internet
No hay comentarios:
Publicar un comentario