¿Quién diría que algo tan pequeño como un
virus detendría el frenético ajetreo de la humanidad? Una pandemia se ha
extendido por el globo terráqueo y la mayoría de los países, avalados por las
Organización Mundial de la Salud han tomado medidas de confinamiento.
Mantenerse en casa es lo recomendado.
Todo empezó como una
crisis de salud, sin embargo, ahora hay una crisis económica y financiera sin
precedentes y de consecuencias aún incalculables. Las estructuras del sistema
que conocemos se tambalean. Surgen el miedo y la incertidumbre. Los lugares que
cotidianamente lucen abarrotados como la Plaza de San Pedro, Times Square, La
Plaza Roja o cualquier otro sitio emblemático, hoy están desiertos como una
escena de película de ciencia ficción. Estamos siendo testigos de lo
inimaginable. Realmente está ocurriendo.
Ante este panorama,
¿qué queremos elegir? ¿el amor o el miedo? Quizás ésta sea la extraordinaria
oportunidad para reordenar el mundo. Todos hemos soñado alguna vez, con un lugar
más bello, bondadoso y justo para vivir. ¿Se imaginan esta hermosa Tierra con
una humanidad sensibilizada, obrando por el bien común? Cuidando unos de los
otros, incluida la Naturaleza y los animales.
Una nueva conciencia podría
despertar para darnos cuenta de que el cambio ya no puede esperar. Ya pasamos
demasiado tiempo perdidos en los laberintos del poder, la división, el juicio, la
avaricia, el egoísmo, la violencia, la venganza y la guerra. Basta con leer los
libros de Historia para percatarnos de lo poco que hemos entendido realmente.
Seguimos repitiendo los mismos comportamientos egóticos una y otra vez a través
de los siglos.
¿Qué pasaría si pudiéramos ver al coronavirus como “el gran
maestro” que nos viene a enseñar las lecciones que no hemos querido aprender? ¿Podría
el mundo despertar a partir de esta crisis?
Tal vez sea tiempo de
reinventarnos a partir de la Creatividad y proponer nuevas instituciones, sistemas
y forma de organización. Crear un cambio que nos involucre a todos, aportando
nuestros talentos.
Ahora que “el hacer
del mundo” se ha frenado, es momento de volver a lo esencial. Contactar con el
Ser. Reflexionar sobre lo que han sido
nuestras vidas y los valores que nos han sustentado. El caos emocional podría
aparecer, sin embargo, dejar fluir las emociones es liberador, para después dar
paso al perdón, porque seguramente todos tenemos algo que lamentar. Un “lo siento” es
suficiente. Un cambio de intención es un buen comienzo.
La situación global
que se vive actualmente por el coronavirus, es también una ocasión excepcional
para volver a lo esencial y elegir el Amor.
Muy bueno exacto eso es lo que deberíamos de hacer que esto nos deje una enseñanza, si no cambiamos nuestra mentalidad y forma de hacer las cosas estaremos pagando un precio muy alto, felicidades
ResponderEliminarGracias por leer.
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