domingo, 16 de abril de 2017

YA NO ESTOY EN ESA CRUZ


No se trata de recrear el dolor de mi muerte una y otra vez. No se trata de la muerte sino de la vida. Fui clavado en esa cruz una sola vez, pero ustedes me han crucificado tantas veces más. No se dan cuenta que están atrapados en un círculo de dolor. No se trata de la muerte sino de la vida. ¡Sí! tuve miedo, sentí la tristeza y la angustia aquel día en el Gestemaní pero lejos de huir oré y seguí adelante con el Plan de Restauración para la Bendita Creación de mi Padre.

¡Sí!  dolieron los latigazos y las espinas clavadas en mi frente, pero más dolió ver a mi madre sufriendo por mí. Dolió ver a Magdalena inconsolable.  Dolió el abandono de mis discípulos pero todo tenía un sentido profundo.

¿Cómo iluminar la oscuridad si no entraba en lo más profundo de ella? ¿Cómo restaurar su quebranto sin sentirlo? Acorté la distancia que su albedrío abrió y tracé el camino de vuelta al Padre. Ya no estoy en esa cruz. Vencí a la muerte, resucité y ahora sólo espero que recuerdes que estoy vivo. Estoy con ustedes cuando el viento sopla, cuando las aves cantan, cuando los niños ríen, cuando hay lluvia, en medio de las tormentas, en el susurro de la noche, en el Silencio.

Estoy contigo aunque no me sientas ni me veas, es más aunque no creas en mí. Estoy cerca esperando que me dejes entrar en tu corazón porque tú estás en el mío desde hace mucho tiempo. Tú habitas en mí y si tú me dejas habitar en ti… abrazarás un amor que hasta ahora desconoces.

Ya no estoy en esa cruz.

JESHUA.

 

Foto de internet

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