martes, 18 de marzo de 2025

BROTE Y PROMESA

El Invierno se retira. Ella le agradece haberla resguardado bajo las raíces. Se nutrió de lo profundo de la tierra. Ahora sale como un brote que la Primavera hará crecer. Ya no tiene duda.

La vieja factura, hecha de papel, quedó enterrada bajo aquel árbol. Se convertirá en humus. Sin tener que cobrarla ahora ella podrá dirigir su energía hacia el sol, como los girasoles que buscan la luz.

Su Intuición la ha alejado, poco a poco, de los lugares que la constriñen. Algunas personas también son territorios a los que ya no pertenece. Ya no pueden retenerla porque ahora tiene alas.

Ha comenzado a disfrutar. Respira, se sabe orgánica, parte de la Naturaleza y también sideral, parte de algo más Grande. Se niega a antropomorfizar al Poder Creador. Las narrativas limitantes ya no resuenan con su libre espíritu.  

Está lista para que todo el Conocimiento adquirido, baje también al corazón. Se ha vuelto más observadora y menos juiciosa. Cada día, intenta recoger sus proyecciones. No siempre lo consigue, sin embargo, hace el esfuerzo. Ya no tiene que salvar a nadie. Cada uno es responsable de sus siembras, aunque deja huellas por si alguien desea seguirlas.

Ella y la Primavera se encuentran en la bifurcación. Se saludan y caminan, como dos viejas amigas, por el sendero de la izquierda. 

El letrero dice: El Camino del corazón…


                                                           Imagen tomada de Pinterest


viernes, 7 de marzo de 2025

LA DIOSA Y EL 8 DE MARZO

 

La primera vez que leí sobre “la Diosa” fue en un pequeño libro titulado “El valor de lo femenino” de Marianne Williamson y he de admitir que poco le entendí. ¿De que Diosa hablaba? Pasarían algunos años para empezar a comprender.

    Se trataba de la fuerza de lo femenino intrínseco a cada mujer. Una energía poderosa que nos conecta con la Vida en todas sus manifestaciones; por supuesto con la Tierra y con la luna. En un lenguaje metafórico se asocia a la mujer con las cuatro fases del astro lunar. Cuatro energías cíclicas. Cuatro rostros. Cuatro danzas. La luna llena se asocia con el arquetipo de la madre; la luna creciente con la amazona o guerrera; la luna nueva con la vieja sabia o la chamana y la hechicera o cortesana con la luna menguante. Un arquetipo es un patrón de conducta universal que está latente en el inconsciente colectivo para manifestarse en alguna etapa de la vida.

    Fue con Bárbara, una maestra sacada de un cuento, con quien profundicé estos conceptos. Escucharla hablar sobre la fuerza de lo masculino, me inspiró. Ella dijo que los hombres eran como héroes llamados a vivir una odisea. Explicaba sobre el honor, el esfuerzo, el orden, la palabra; todo asociado al sol. Tenía sentido, si nosotras éramos luna, ellos debían ser sol. Y no se trataba de competir, sino de complementarnos.

    Entendí con la cabeza todos esos conceptos psicológicos, pero ¿cómo se bajaban al corazón? ¿cómo encarnarlos en una vida cotidiana? Sí, me imaginaba como una auténtica diosa, pero lo primero que apareció fue un dolor insoportable. Las heridas de mi niña, adolescente y mujer joven. A esta energía la llamé: “lo femenino herido”.  

    Pasarían muchos años antes de que pudiera verdaderamente sentir estas fuerzas arquetípicas dentro de mí. Integrarlas con su luz y su sombra. Traté de compartir este mensaje con otras mujeres, sin embargo, no fue fácil. Las corazas son impenetrables. Comprendo el dolor de las luchas. Rememorar la historia del rol femenino en este mundo patriarcal, desgarra las entrañas y quema el cuerpo, como lo hizo la iglesia en tiempos de la Inquisición.  

    Marzo llega con la conmemoración del día 8 que fue un evento trágico en Nueva york. Trabajadoras textiles protestaron por mejores condiciones laborales y fueron encerradas en la fábrica a la que le prendieron fuego. Actualmente se sigue exigiendo igualdad para los derechos de la mujer. ¿Será una lucha inacabable?

    El mundo está cambiando a una velocidad vertiginosa. Este 2025 llegó con una fuerza destructora y a la vez transformadora. Tiempo innegable de giros y reajustes; de otras narrativas.

    La Diosa en mí quiere descansar. Tirarse a la contemplación. La encuentro en el día, sobre un manto de pasto esmeralda observando las flores y las abejas, y por las noches sale a mirar la luna y las estrellas. Respira eternidad.

    Amanece y me levanto. Necesito escribir.

    “Reconocer el dolor, es sanarlo. Alimentarlo es perpetuarlo”. Me ha susurrado.


                                                    Imagen tomada de Pinterest

 

 


viernes, 28 de febrero de 2025

LA VIEJA FACTURA

 

Ella metió la mano en la oquedad de su corazón y extrajo la vieja factura.  El papel desgastado dejaba entre leer los detalles. Expedida por la niña abandonada que alguna vez fuera, aquella mujer había tratado de cobrarla infructuosamente.  Ni su mismo padre había sido capaz de pagársela durante los años que convivieron. Fue una fantasía haber querido recuperar el tiempo perdido. La idealización del padre ausente chocó con el hombre real.

La mujer lo entendía, sin embargo, la niña la obligó, una y otra vez, a cobrar algo que era impagable. Lo peor había sido, quizá, querer cobrar esa factura al hombre que la amaba. Una mujer-niña buscando ser mirada a cualquier costo para compensar veinte años de invisibilidad e indiferencia. Ese patrón discordante se escondió bajo los proyectos truncados, los fraudes, el sabotaje, la ausencia de placer, la rabia recalcitrante y las vértebras.

Una tarde de invierno, inesperadamente, ella recibiría el último latigazo. Tan certero y punzante que la obligó a alejarse herida y en silencio. Aunque ya no temía entrar a los laberintos, cada descenso era un desgarro inevitable. Esta vez, el espejo roto le devolvió la imagen de una muñeca, con un hueco por corazón, hecha de parches mal hilvanados. Mirar los retazos que la construían le dolía. “¿Cómo podía un corazón hueco doler tanto?”  

—No se trata de llenar el vacío, sino de erigir algo alrededor — le dijo una voz lejana que sonó como un eco.

“¡Ésa era la respuesta!” ¡Había tratado de llenar el vacío de su corazón con una factura impagable!

Cada vez que encontraba una respuesta, el laberinto se iluminaba con una luz tenue, como la de una farola, que le mostraba la salida.

Una vez fuera, guardó el papel ajado en el bolsillo de su vestido y se internó en la densidad del bosque. Conocía bien el camino que la llevaba hasta el Lago de la Restauración. Se descalzó y posó en la orilla de aquellas aguas cristalinas que sabía estaban interconectadas a las entrañas de la Tierra. A las aguas del Origen. Cerró los ojos para escuchar el canto que brotaba como un mantra.

No percibió la llegada del Maestro, el Mago y la Mujer Sabia. Habían llegado para sostener su intención. Se formaron detrás de ella en un semi círculo.

Antes de echar la factura al agua, ella validó y honró su dolor. Era imposible negarlo, pero ya era hora de disolverlo.

Ya era hora…

Se llevó una mano al corazón y con la otra, lanzó el documento. Flotó unos segundos antes de absorber el agua. Las cantidades, los conceptos y la fecha se convirtieron en una mancha bicolor. Un suave oleaje provocó que la hoja comenzara a desintegrarse. Pequeños fragmentos flotaban, como veleros lejanos, en un mar azul. Se quedó mirando hasta que el último pedazo se hundió junto con todo el peso que llevaba años cargando en el cuerpo y en el corazón. Suspiró aliviada. Tuvo la certeza de que pronto sería capaz de crear un bello jardín alrededor de aquella oquedad. Ella misma era un brote.

Miró al horizonte, el sol se ponía como un testigo mudo coloreando el cielo en tonos rojizos, dorados y purpúreos.

    La primavera anunciaba su llegada.


                                                             Imagen tomada de Pinterest

 

domingo, 5 de enero de 2025

2025

 

El Año Nuevo ha comenzado… Ella está en perfecta sincronía con el invierno. Quiere guarecerse, afinar su intuición, descifrar sus sueños. Ya no tiene que complacer a nadie.

Ella ha escuchado un llamado y ha respondido: ”sí”. Ya no puede ignorar esa incomodidad que la obliga a moverse. Aunque no alcanza a ver el panorama completo, ha dado los primeros pasos. Tuvo una crisis de Fe, pero ahora tendrá que confiar. No tiene escapatoria de la Luz y la Esperanza.

Ella ha tenido una epifanía: “Así tenía que ser”. Ya no hay lugar para el lamento y la culpabilidad. El severo juez que la acompañó por años se ha ido. Los resentimientos ya no tienen significado. El pasado ahora sólo es un marco de referencia. Un cúmulo de experiencias y aprendizajes que la vuelven sabia.

A veces, tiene ganas de desaparecer. El alboroto externo la abruma. Extraña su hogar cósmico. Parece haber olvidado el sentido profundo de encarnar en este mundo de polaridades, sin embargo, se sabe semilla de dos raíces: terrenal y cósmica.

Por lo pronto quiere reposar. El invierno le enseña que la Naturaleza no muere, sólo duerme para renacer. Siente, en su corazón, la misma promesa.

Dormirá bajo el árbol desnudo de hojas, junto al zorro, con la cola enroscada, que se refugia en la madriguera.

 Ella también se cobijará con sus letras.


                                                              Imagen tomada de Pinterest


lunes, 23 de diciembre de 2024

EL GRAN EVENTO

 

El invierno llega con sus días cortos y sus noches largas. No viene solo, la Generosidad, la Nostalgia y la Intimidad lo acompañan. Han traído una invitación cósmica.

                                     ¿Asistirás al gran evento?

Entiendo que tienes tus propios planes. Te he visto correr en los últimos días entre las compras, las listas, el alboroto y la algarabía. 

Pronto, te reunirás con familiares y amigos para celebrar. Intercambiarás regalos y compartirás la cena. Recordarás, inevitablemente, Navidades anteriores: las de la infancia o las que pasaste con quienes ya no están. Las ausencias te entristecen. Las emociones flotarán entremezcladas y mientras departes sentirás una extraña incomodidad.

Te alejarás de la multitud para sentir alivio. Vas por buen camino. Saldrás a buscar un poco de aire. Levantarás la mirada al cielo. Ahora la estrella refulge para ti.  El Asombro te dejará sin palabras. Es la misma, de aquella lejana noche, que anunció el nacimiento de un niño envuelto en trapos recostado en un pesebre.

El mito es sublime ¿no te parece? No en vano ha prevalecido a través de los siglos. Repetido año con año, como una invitación, sin ser todavía comprendido.

            Comienzas a sentir un calor reconfortante en el pecho. ¡Es la luz crística de tu ser! La llama divina de tu alma. ¿Qué de qué estoy hablando? ¡Del verdadero milagro! ¡Tú eres la luz! Sólo que… lo has olvidado.

 ¿Que no entiendes nada? Es perfecto, esto no se puede discernir con la razón. Necesitas evocarlo…

            Un niño va tocando el tambor ¿puedes escuchar los redobles? ¡La celebración es para ti! El oro, el incienso y la mirra son también tus obsequios. Abres la mente y el corazón. Tu flama resplandece. Te recorre el cuerpo como un éxtasis. ¡Ahora la sientes! Descubres que es inextinguible e inseparable de Luz Original.

 Regresarás a la reunión y los mirarás a todos con tanto amor. ¡Querrás explicarles lo que acabas de vivir para que también lo experimenten! pero no podrás. En cambio, los abrazarás sorprendiéndolos.  No acostumbras a ser tan efusivo.

 Ya no serás el mismo.

¡Estarás brillando!

                                                               

  
Imagen tomada de Pinterest 

miércoles, 4 de diciembre de 2024

OTOÑO 2024


 En el otoño de mi vida, las heridas se han convertido en cicatrices. Ahora son tatuajes del alma que cuentan una historia como las pinturas rupestres en las cuevas. Mi cuerpo desgastado por el tiempo lleva un ritmo más lento. Ya no tengo prisa. Como los árboles que quedan deshojados, me he desnudado de mi antigua personalidad.

¡Cuánta vulnerabilidad!

Así caí en un vacío silencioso y oscuro que parecía no tener fondo ni sentido. Cuando dejé de resistirme a la caída estrepitosa, la Aceptación me tomó en sus brazos y me depositó en un espacio para gestarme de nuevo. En el reposo del útero cósmico. En el Caos donde habitan todas las posibilidades. Un cofre dorado, mi propia arca llena de tesoros. Hurgo y encuentro mi corona. ¡Es tan bella! De base circular donde emergen dos arcos que se elevan y convergen en la cúspide; forro aterciopelado. Zafiros, rubies, citrinos, topacios y amatistas incrustados, la visten. Un diamante en forma de luna se alza presumido en la punta. Es la corona de la Autenticidad. Ya no hay más roles que representar cuando la memoria del olvido retorna.

Soy una extensión del AMOR Creador, un rayo de luz prístina, una energía expansiva, un viajero en sueños… ¡ya no necesito los disfraces del mundo! Porque he recordado mi Origen Cósmico… y sin embargo, he de volver a la geografía donde aparento habitar.  Sintonizada con la madre Natura, agradezco al otoño que se despide entre ráfagas de viento y hojarascas danzantes.

La cosecha fue sublime. Volver a Paris fue un sueño hecho realidad. Estar frente a ella agitó mi corazón: tan digna, tan bien cimentada, tan sí misma. Soberana. La torre Eiffel como un recordatorio de mi soberanía interior.

Ella, la torre.

Mi proyección ahora introyecto.   

Ella en mí… en todos mis otoños restantes.




sábado, 7 de septiembre de 2024

DESDE MI NIDO VACÍO


Me acomodo entre las hebras y varitas de mi nido vacío. Ahora que ellos han volado tengo más espacio. Tomo la pluma y escribo.

   A Rulis:

         Te fuiste “de a poquito”. Casi no me di cuenta de tu mudanza. Hoy habitas tu propio espacio. “A los 30 ya no los quiero viviendo conmigo” les había dicho hace algunos años. Te fuiste a los 31. Era necesario, corrías el riesgo de que te atrapara con mis alas protectoras. Un patrón que se repite en mi linaje paterno. Apellido que llevas en tu nombre, aunque muchas veces te lo quitas. Eres todo un personaje. Singular. Tu creatividad casi raya en la genialidad. Ese es tu don. Tu visión del mundo va más allá de tu edad cronológica. Has de ser un alma vieja…

   A Muñe:

         Te fuiste antes. Te quieres comer el mundo. Tu visión es expansiva. La nobleza es tu don. Te alcanza para abrazar mucho. Veo tu potencial que, sin duda, se liberará conforme avances en la vida. Recuerda que la Salud perfecta es tu Derecho Divino. ¡Reclámalo con la autoridad de tu ser eterno! Equilibra tu mundo financiero con el corazón…

   A ambos:

         Se me expande el corazón cuando los veo juntos. Se aman y cuentan uno con el otro. No dejen que eso se pierda. Unidos son más fuertes. ¡Los amo tanto!

 

Les escribo ahora que recuerdo que también tengo alas. Alas que estaban replegadas a causa de la maternidad. No fue carga. No es reclamo.  Fue un honor. Haber estado con ustedes durante su infancia y adolescencia tuvo un sentido profundo. Mi estar fue invaluable. Supongo que así tenía que ser. Ahora, mis alas también quieren volar a tierras lejanas. El nido se quedará aún más vacío…

Estas palabras tienen un tono de despedida, inclusive para mí misma. Porque la que se va, no será la misma al regreso. Han caducado en mí, roles y creencias. Ya no quiero esperar. Si no es ahora ¿cuándo? La vida es corta.

Siento un llamado en mi corazón, imposible de explicar. Es profundo, antiguo, lejano y misterioso…  Este viaje es mi “sí”. La respuesta que también es llave para revelar el Misterio de mi existencia.

Mi legado no es millonario, es de letras que vienen de una dimensión etérea e intangible. Es un puente que une dos mundos: el real con el imaginario… donde existen todas las posibilidades. Pueden encontrarme bajo el manzano, cobijada bajo su sombra, leyendo o quizás esté recolectando lavandas o hablando con la luna.

Estas palabras brotan como el agua de un manantial. Incontenibles

Escribir en mi don.


                                                                   Imagen tomada de Pinterest