miércoles, 13 de agosto de 2014

ALMA DE PAYASITO


 
Alma de payasito,

espontánea y pura

que haces reír con la inocencia de un niño,

que tocas corazones,

que robas sonrisas,

que le arrancas al tiempo la prisa.

 
Alma de colores,

chispas y destellos,

carisma de alegría.

Eres música y canción.

 
Alma de payasito

que un lejano día

recibiste la herida que marcó tu corazón.

Un torbellino de emociones

te envolvió,

no supiste qué ocurrió.

Simplemente no volviste a ser el mismo.

Ahora eras un niño triste, callado y solitario.

Te gustaba pasar desapercibido

creciste mirando la luna,

anhelando un regreso que no llegó.

 
Te hiciste adolescente.

¿Cómo sobrevivir ahora?

El mundo es amenazante

¿Cómo respirar sin que doliera la vida?

El bufón te miró de lejos,

le conmovió tu tristeza

porque eras un reflejo de la suya.

Te enseñó algunos trucos,

te ofreció una careta

y una copa de vino

y comenzaste a sonreír de nuevo.

Aparentemente te salvó,

pero era una risa falsa,

y no hay dolor más grande

que reír cuando se quiere llorar.

 
Aprendiz de bufón

superaste al maestro,

aprendiste de albures y doble sentido.

El sarcasmo y la ironía fueron tu maestría.

Maquillaste tanto tu herida

que creíste que no la llevabas cosida al corazón.

Pasaron los años,

cada fiesta era el escenario perfecto

para promover tu mejor farsa:

La de la risa falsa,

la broma ácida,

el humor pestilente

de una herida podrida.

 

Pero el tiempo no perdona…

El disfraz se desgarra,

la actuación se desgasta,

la máscara se cae.

El alma se desnuda

y yo te encuentro en medio de un festín.

 
Alma de payasito.

Alma robada por un bufón,

no puedo rescatarte

pero sí puedo hacerte recordar

quién eras antes de la herida.

 
Alma de payasito,

espontánea y pura,

que haces reír con la inocencia de un niño,

que tocas corazones,

que robas sonrisas,

que le arrancas al tiempo la prisa.

 
Alma de colores,

chispas y destellos,

carisma de alegría.

Risa auténtica que viene del corazón.

Alma humilde

Alma agradecida

Alma noble

Alma grande

que no necesita más el disfraz de bufón.

 
Alma de payasito

Solo recuerda que eres luz…

Que el anhelo que no volvió

se iluminaba a la distancia

mientras alumbrabas la vida

de dos viejos corazones.


Alma de payasito,

vuelve al lugar a donde perteneces.

Te estaré esperando,

del otro lado del  arco iris

Allá, donde las almas recuerdan su esencia.



 

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